•Valor: Los caballeros deben soportar
sacrificios personales para servir a los ideales y a las personas necesitadas.
Esto implica el elegir mantener verdad a toda costa. El valor no significa
arrogancia, sino tener voluntad de hacer lo correcto. Estos personajes tenían
un gran valor, capaces de pelear con gran coraje contra seres superiores que
mantenían a las personas de los pueblos aterrorizados. Los caballeros eran
capaces de enfrentarse a personas con mayor habilidad para luchar, sin medir
consecuencias.
Buscar la excelencia en todas las tentativas que se
esperan de un caballero, tratando de encontrar la fuerza necesaria para ser
usada al servicio de la justicia, en vez de para el engrandecimiento personal.
•Justicia: Para los caballeros era muy
importante buscar la verdad sobre todo, los caballeros no buscaban su beneficio
personal. La justicia sin templar por misericordia puede traer pena, sin
embargo. La justicia buscada por los caballeros sin la flexión a la tentación
era la utilizada por ellos.
Buscar siempre el camino hacia 'lo justo' sin las
trabas que suponen los prejuicios o el interés personal. Darse cuenta de que la
espada de la justicia puede ser terrible, por lo que debe ser atemperada por la
humanidad y la clemencia. Si lo que tú ves como 'justo' concuerda con lo que
ven los demás y lo buscas sin doblegarte a la tentación de tu propia
conveniencia, entonces merecerás un bien ganado renombre.
•Lealtad: Los buenos caballeros juraban
defender fervientemente sus ideales, a la Iglesia y a sus señores, ellos darían
su vida por defenderlos.
Ser conocido por tu inquebrantable compromiso con la
gente y con los ideales por los que decidiste vivir. Hay muchas cosas que requieren
un término medio; la lealtad no es una de ellas.
•Defensa: Los caballeros juraban cuando eran
ascendidos, defender a sus señores y señoras, a sus familias, a su nación, a
las viudas y a los huérfanos, y a la Iglesia.
El caballero ideal estaba obligado por su juramento a
defender a su señor feudal y a todos aquellos que dependían de él. Tratar
siempre de defender a tu nación, a tu familia y a todos aquellos a los que tú
consideras dignos de tu lealtad.
•Templanza: El caballero debía estar acostumbrado
a comer y beber con moderación. Además el caballero debe ser moderado con sus
riquezas, esto no significaba abstenerse de ellas sino, no utilizarlas
vanamente. Sin templanza no se podía mantener el honor de la caballería. El
caballero debía contenerse de sus apetitos sexuales.
Ser un caballero significa, a menudo, elegir el camino
más difícil, el más costoso a nivel personal. Estar preparado para hacer
sacrificios personales al servicio de los preceptos y de la gente que valoras.
Pero, al mismo tiempo, un caballero debe buscar la sabiduría que le haga ver
que la estupidez y el coraje son primos hermanos. Coraje también significa
optar en todo, antes que por la mentira fácil, por la verdad. Buscar la verdad
cuando sea posible, pero acordándose de atemperarla con la clemencia, porque la
verdad pura puede llevar al dolor.
•Fe: Los caballeros que tenían una fuerte
fe en Dios les permitía llevar a cabo toda una vida de sacrificios y
tentaciones, dándoles raíces y esperanza fuertes contra los malvados del mundo.
Un caballero debe tener fe en sus creencias; la fe le
libra del desarraigo y le da esperanza para luchar contra la desesperanza que
suponen las debilidades humanas.
•Humildad: Los caballeros humildes eran los
primeros en decir a las otras personas cuando llevaban a cabo hechos de gran
heroicidad, dándoles el honor que merecen de sus buenos hechos. Y dejando o
otros que los feliciten por sus propios hechos y estos los ofrece a Dios. Esta
es una de las características más sobresalientes de un Caballero. Por ejemplo:
El Cid siempre atribuía el éxito de las batallas al coraje de sus soldados y
repartía proporcionalmente las riquezas ganadas.
Valorar primero las contribuciones de los demás; no
jactarse de los propios logros, dejar que eso lo hagan los demás por ti. Contar
las hazañas de los demás antes que las propias, otorgándoles el renombre bien
ganado mediante actos virtuosos. De esa forma, se glorificará al oficio de
caballero, ayudando no sólo a las personas de las que se habla, sino a todos
aquellos que se llamen a sí mismos caballeros.
•Caridad: La caridad era una característica de
un caballero. Para contradecir la debilidad de la avaricia, los caballeros eran
tan abundantes como sus recursos permitirían. Un caballero generoso puede
recorrer mejor la línea entre la misericordia y la justicia fría.
Ser generoso en la medida en que los recursos propios
lo permitan; la generosidad usada de esta manera es contraria a la gula. La
generosidad hace más fácil el camino de la clemencia para discernir cuando se
hace necesaria una decisión difícil.
•Nobleza: La nobleza es el principio de la
cortesía. Y los caballeros debían así ser corteses, honrados, estimables,
generosos e ilustres equitativos a todos mientras que desarrollaron y
mantuvieran un carácter noble con los ideales de la caballería. Un caballero es
por siempre un ejemplo a seguir.
Buscar la grandeza de carácter manteniéndose fiel a
las virtudes y tareas de un caballero, dándose cuenta de que, aunque los
ideales no puedan ser alcanzados, el hecho de esforzase por hacerlo ennoblece
el espíritu y hace que el carácter crezca desde las cenizas hasta la gloria. La
nobleza tiene tendencia a influir en los demás, ofreciendo un buen ejemplo de
lo que puede hacerse al servicio de lo justo.
•Franqueza: Tratar de hacer todo de lo que hemos
hablado de forma tan sincera como sea posible, no en razón de un beneficio
personal, sino porque es lo correcto. No restrinjas tu exploración a un mundo
pequeño; busca infundir de estas cualidades cada aspecto de tu vida. Si lo
consigues, aunque sea en una pequeña medida, serás recordado por tu calidad
humana y tus virtudes.